Modulo
1.- Higiene diaria
Hemos
visto en este apartado cuáles son
los principales hábitos de higiene diaria:
§
La ducha diaria. Es la mejor forma de aseo, a través de ella
se elimina la suciedad, el sudor y el mal olor. Con esta práctica se controlan
los olores naturales de nuestro cuerpo que son producidos básicamente por la
transpiración o sudor. De igual forma evitamos la presencia de gérmenes y
bacterias que puedan afectar la salud de nuestra piel. Se deben utilizar
jabones de acidez similar a la de la piel (ph=6) y que no irriten. Es mejor
utilizar las propias manos. Si se emplean manoplas o esponjas, deben ser de uso
individual.
Requiere
especial atención, durante la ducha, la higiene de genitales al estar estos
próximos a orificios de salida de orina y heces. Tanto la vulva como el pene
tienen una serie de pliegues que hay que separar para lavarlos correctamente.
Las niñas deben lavarse de delante hacia atrás para no arrastrar restos de heces
a la vagina. La regla no contraindica la limpieza. Por el contrario, exige una
mayor frecuencia. Los niños deben bajar la piel del prepucio y limpiar el
glande. Los desodorantes íntimos deben desecharse, pues pueden alterar la
mucosa vaginal y exponerla a infecciones.
Además de
la ducha diaria hay que lavarse la cara por las mañanas.
§
El lavado del cabello debe realizarse por lo menos dos veces por
semana, teniendo cuidado de usar un champú acorde al tipo de cabello. La caspa
no es necesariamente sinónimo de desaseo, puede darse por resequedad del cuero
cabelludo.
Los piojos
son parásitos que se adhieren al cuero cabelludo (los niños más pequeños son
los más afectados). Se propagan fácilmente, especialmente en lugares donde
muchos niños, conviven o comparten gran parte de su tiempo, de ahí que la
escuela sea un lugar propicio para su propagación.
§
La higiene de las manos es la mejor barrera para evitar muchas
enfermedades. Gracias a las manos nos es posible desarrollar todas las
actividades de la casa, la escuela y el trabajo. El contacto permanente de
estas con papeles, alimentos crudos, objetos, dinero, animales o ambientes
sucios, favorece el transporte de gérmenes y bacterias causantes de
enfermedades como la conjuntivitis, el herpes e infecciones gastrointestinales.
Debemos
mantenerlas limpias porque con ellas nos tocamos la cara, los ojos, la boca,
cogemos algunos alimentos y tocamos a los bebés y otras personas.
Hay que
lavárselas con agua y jabón al levantarse de la cama, después de tocar
animales, antes de manipular alimentos, antes y después de curar cualquier
herida, después de ir al water y cuando se ha estado en contacto con posibles
fuentes de contaminación o intoxicación (basura, estiércol, tierra, productos
tóxicos). En general, siempre que estén sucias. Especial atención merecen las
uñas, ya que su estructura hace que acumulen fácilmente la suciedad. Esto hace
necesario el uso de un cepillo de uñas para limpiarlas. Es aconsejable
cortárselas frecuentemente.
§
La higiene de los pies. Al estar poco ventilados se acumula en ellos
el sudor que favorece la aparición de infecciones y mal olor. Debemos lavarlos
a diario, principalmente después del ejercicio físico, secarlos muy bien, sobre
todo entre los dedos y cortar las uña con frecuencia y en línea recta.
§
La higiene de los oídos facilita la buena escucha. Es conveniente
limpiar la zona externa evitando que el agua entre en el oído. Los bastoncillos
de algodón se deben utilizar solo para secar los pliegues, pero nunca para la
limpieza del oído, ya que empujan la cera hacia dentro y contribuyen a la
formación de tapones. Si se observa la existencia de secreciones, picor
persistente o disminución de la audición, es aconsejable consultar al médico.
§
El cuidado de los ojos previene enfermedades e infecciones. Los ojos
son órganos muy delicados. Por lo tanto no deben tocarse con las manos sucias
ni con pañuelos u otros objetos. Su mecanismo propio de limpieza son las
lágrimas. Es aconsejable que la visión sea valorada por el médico
periódicamente y usar gafas en caso de estar indicadas.
§
La higiene de la nariz es fundamental para lograr una buena
respiración. La nariz deja entrar el aire para que llegue a los pulmones con la
temperatura y humedad adecuadas, y libre de partículas extrañas. La producción
de mocos es un proceso natural que sirve como lubrificante y filtro para el
aire. Sin embargo, es necesario retirarlos varias veces al día, pues además de
la incomodidad que representan, contienen partículas y microorganismos
filtrados que pueden propiciar enfermedades. Esta eliminación debe hacerse
utilizando un pañuelo limpio y tapando alternativamente una ventana nasal y
luego la otra y sin expulsar el aire con mucha fuerza. En caso de obstrucción
persistente, se pueden hacer lavados con suero fisiológico. Es conveniente
evitar meterse objetos en la nariz.
Modulo
2.- Higiene bucodental
§
La higiene de la boca evita diversas enfermedades. El mal aliento
así como los malos olores, es en una de las principales focos de rechazo a las
personas. La mejor forma de prevenirlo es haciendo un adecuado y periódico
lavado de los dientes. Hay que cambiar el cepillo con regularidad en cuanto las
cerdas se deforman. El uso de enjuagues también fortalece la salud oral.
También es aconsejable cepillarse la lengua. La placa vuelve a formarse en 24
horas, de manera que los dientes tienen que limpiarse cuidadosamente al menos
una vez al día, aunque lo mejor es después de cada comida.
Afecciones
bucodentales
- Placa. Conjunto de bacterias que hay en la superficie
de los dientes y de las encías. Tiene forma de película incolora y
pegajosa, se deposita sobre los dientes y es la principal causa de las
caries y de enfermedad de las encías.
- Sarro. Es la placa bacteriana endurecida. Cuando se
encuentra en la base del diente, sólo lo puede eliminar el dentista con
una limpieza. También se puede formar en el borde de las encías y debajo
de éstas, lo que irrita el tejido gingival. Su color es marrón o
amarillento.
- Caries. Una higiene bucal deficiente permite que se
acumulen en la boca restos alimenticios que producen ácidos que destruyen
el esmalte. Estos restos, principalmente azúcar, alimentan a otros
microbios que atacan la estructura debilitada de los dientes.
- Enfermedad
periodontal. Es una patología
crónica causada por la placa bacteriana y que conduce a la pérdida de
soporte periodontal de los dientes, es decir, del hueso en el que éstos se
sujetan y de las encías. El tabaco agrava esta enfermedad.
- Mal
Aliento (halitosis).
Aproximadamente, el 40% de la población padece o ha padecido halitosis
debido a una higiene bucal incorrecta o a enfermedad de las encías, entre
otras causas. Este problema disminuye con un buen cepillado y una limpieza
profunda con hilo y enjuague bucal.
Cuidar los
dientes durante toda la vida
- A partir
de los seis meses. El cuidado de
los dientes comienza justo después de aparecer la primera pieza, en torno
a los seis meses. A esta edad no es necesario el uso del cepillo ni del
hilo dental, pero es conveniente asear los dientes y las encías con una
gasa húmeda después de tomar biberón o comer alimentos. La primera visita
al dentista llegará a los dos años y servirá para comprobar el desarrollo
correcto de la dentadura y que el niño o niña se familiarice con los
buenos hábitos bucales.
- Desde los
seis años. Hasta esta edad y
cuando comienzan a caerse los dientes de leche se debe emplear una pequeña
cantidad de pasta dentífrica con bajo contenido en flúor y un cepillo de
cerdas suaves. Los padres deben enseñar los detalles de un correcto
cepillado y concienciar a sus hijos e hijas de la importancia de la
limpieza dental diaria.
- En la
adolescencia. En esta etapa los
hábitos de higiene bucal ya se han adquirido y es imprescindible
cepillarse los dientes, al menos, dos veces al día: a la mañana y a la
noche. La pasta dentífrica tiene que tener un mayor contenido en flúor y
el uso del hilo dental es necesario para eliminar la placa acumulada entre
los dientes.
- Etapa
adulta. Las buenas costumbres
adquiridas deben mantenerse de por vida, junto a las revisiones periódicas
al dentista, y extremarse en el caso de las personas mayores. En esta
etapa, disminuye la producción y secreción de saliva, cuya función es
estabilizar el ph de la boca (grado de acidez), controlar la aparición de
placa bacteriana y aportar calcio y flúor.
Cepillo,
pasta e hilo dental
Son los tres aliados de la
higiene bucal, siempre que se adapten a las características dentales de cada
persona.
- Cepillo. Su función es eliminar los restos de alimentos y
las bacterias sin dañar el esmalte. Debe ser ergonómico, con mango
antideslizante, cerdas suaves y cabeza pequeña para llegar a todas las
zonas de la boca y, especialmente, a las muelas. Quienes tienen
dificultades para cepillarse, pueden recurrir a un cepillo eléctrico. Hay
que sustituirlo por uno nuevo cada tres meses o cuando las cerdas estén
estropeadas.
- Pasta
dentífrica. Ayuda al cepillo a
acabar con la placa. Es importante que contenga flúor y pequeñas dosis de
abrasivos como la silica u otros, que ayudan a remover las manchas.
- Hilo o
seda dental. Sirve para limpiar
entre los dientes y eliminar la placa depositada en este espacio y debajo
de la encía. Su acción se complementa con los enjuagues con elixires y
soluciones antisépticas, pero en ningún caso sustituye al cepillado.
- Enjuagar
con elixir
Cómo
cepillarse los dientes paso a paso
Lo
ideal es cepillarse los dientes después de cada comida y, sobre todo, durante
la noche. Mientras se duerme, las glándulas salivares producen menos saliva y
los dientes están menos protegidos frente a los microbios. Un correcto
cepillado incluye movimientos cortos y suaves, con especial atención a la línea
de la encía, los dientes posteriores de difícil acceso y las zonas situadas
alrededor de obturaciones, coronas y otras reparaciones. Hay que seguir los
siguientes pasos:
1. Limpiar
las superficies externas de los dientes superiores e inferiores con movimientos
verticales. Para ello, hay que inclinar el cepillo unos 45° contra el borde de
la encía y deslizarlo desde ese borde hacia delante, con una ligera presión.
2. Limpiar
las superficies internas de los dientes superiores e inferiores, con los mismos
movimientos e inclinación del cepillo que en el paso anterior. Ésta es la
limpieza que más suele descuidarse, por lo que tiene mayor importancia.
3. Cepillar
las superficies de masticación de cada diente con movimientos cortos hacia
atrás.
4. Frotar
las muelas con movimientos circulares para despegar de los pliegues cualquier
resto de alimento y bacteria. Hay que limpiar tanto la superficie con la que se
mastica, como la cara interna y externa.
5. Emplear
hilo dental para eliminar cualquier resto que quede entre los dientes, donde no
llega el cepillo. Hay que cortar un trozo de hilo, enrollar los extremos en los
dedos medios e introducirlo tensado en el espacio interdental. Se deben seguir
las curvas de los dientes y deslizar la seda suavemente hacia arriba y hacia
abajo hasta llegar a la encía, con cuidado para no dañarla.
6. Pasar el
cepillo suavemente por la lengua ayuda a eliminar bacterias y mantener un
aliento más fresco.
7. El
enjuague con elixires refuerza la limpieza.
MODULO ALIMENTACION
Objetivo CONSEGUIDO: Realizar jornadas
dirigidas al colectivo Gitano para tratar
hábitos de higiene y alimentación saludables y fomentar el respecto y el cuidado del entorno comunitario y medio ambiente.
1.- Programa de alimentación:
Modulo 1.- CONSEJOS PARA UNA ALIMENTACIÓN ADECUADA
Modulo 2.- LAS VITAMINAS
Modulo 3.- EL COLESTEROL
Modulo 4.- PIRAMEDE
DE Alimentación l
os alimentos
La correcta
interpretación del gráfico es imprescindible. En la parte superior de la pirámide
están los alimentos que debes comer de forma muy moderada. A medida que
descendemos por la pirámide, el número sugerido de porciones aumenta.
Los alimentos
de más arriba en la pirámide no significan que son más importantes o de
alguna manera mejores. El hecho de que estén más arriba en la pirámide
simplemente significa que debes comer menos de ese tipo de alimento cada día.
- Grupo I
Grasas, aceites, dulces con moderación. - Grupo II
Leche, yogur, queso 2-3 porciones. - Grupo III
Carne, pollo, pescado, huevos, nueces 2-3 porciones. - Grupo IV
Verduras 3- 5 porciones. - Grupo V
Frutas 2-4 porciones. - Grupo VI
Pan, cereales, arroz y pastas 6-11 porciones.
Sesión de formación Higiene y alimentación
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