ADICCIONES EN EL
SIGLO XXI
Es tal el ritmo frenético de nuestras sociedades actuales
que a menudo nos obliga a acumular estrés, ansiedad y agobio. Del mismo modo
las relaciones humanas se han ido deteriorando poco a poco así como nuestra
capacidad de gestionar adecuadamente las emociones. Quizá por todo ello y por
otras circunstancias especificas tanto sociológicas como psicológicas que los
seres humanos hemos ido acumulando ciertos tipos de adicciones a modo bien de
coraza, bien de canalización de esas emociones incomprendidas.
Las adicciones suponen una grave enfermedad no sólo
porque pueden dañar la salud física y mental de aquellos que las padecen, sino
porque además alteran drásticamente nuestra relación con el trabajo, con la
sexualidad, con el cuerpo etc.
Veremos a continuación algunas de las adicciones más
características de nuestros días y que acumulan mayores casos clínicos y la
preocupación de los expertos.
¿CUÁNDO HABLAMOS DE ADICCIÓN?
Una conducta se considera adictiva cuando el individuo
presenta tres rasgos:
·
Tolerancia:
necesidad de consumir cada vez más para lograr la misma emoción.
·
Síndrome
de abstinencia: cuando no se puede satisfacer la adicción.
·
Pérdida
del control: incapacidad de frenar el consumo.
ADICCIÓN AL TRABAJO
Este tipo de adictos ha sido denominado en inglés como
“workaholicse” término derivado de la fusión entre la palabra “work” que
significa trabajar y “alcoholic” que significa alcohólico. Estas personas a menudo experimentan sentimientos
de vacío fuera de su ámbito laboral, no son capaces de disfrutar de las
vacaciones y los tiempos de relax porque no saben ocupar su tiempo libre. A menudo la anteposición del trabajo al resto
de áreas de su vida provoca que cuenten
con el deterioro o la reducción de sus relaciones sociales, así como su vida
privada, lo que potencia el refugio en el trabajo.
ADICCIÓN AL SEXO
Aunque parezca mentira la adicción al sexo es una
enfermedad. La vida de la persona así como su entorno se ve afectada por su
obsesión. Los elementos más característicos de este tipo de adicción son el
mantenimiento de múltiples relaciones de carácter sexual fuera de la pareja, el
contacto con profesionales del sexo, encuentros sexuales anónimos, el uso del
poder para conseguir compañía, inversión de tiempo y dinero en pornografía y
sexo por internet etc.
ADICCIÓN AL JUEGO O LUDOPATÍA
Se calcula que entre el 2% y el 3% de la población adulta
española tiene problemas con el juego, un trastorno que puede afectar a hombres
y mujeres, aunque suelen tener un perfil de adicción distinto. En general las
mujeres se inician en el juego de forma más tardía pero desarrollan problemas
asociados más rápidamente.
La aparición de internet y la posibilidad del juego
online sin duda ha provocado un aumento del juego online gracias a las
herramientas que favorecen su uso excesivo y dependencia.
ADICCIÓN A LAS COMPRAS
Aunque afecta más a las mujeres, también se registra
entre los hombres. La diferencia estriba en los productos que se adquieren, ya
que mientras ellas optan por la ropa y las joyas, ellos prefieren la tecnología.
También existen diferencias generacionales, los jóvenes cada vez son más
consumistas debido a que en las
sociedades desarrolladas el hecho de comprar por comprar se ha vuelto un fin en
sí mismo.
La obsesión lleva a menudo a realizar compras de forma
compulsiva que incluso superen las posibilidades económicas del afectado, lo
que le lleva a un endeudamiento progresivo y al engaño de su entorno más
cercano.
ADICCIÓN A INTERNET
La rápida evolución de las nuevas tecnologías es
imparable. Forman parte de la vida diaria de la mayoría de las personas y sedepende de ellas más de lo que uno se pueda
imaginar.
Los expertos explican que el indicador de un uso
incorrecto, más que el número de horas que se pasan delante de la pantalla,
podría ser el hecho de perder la noción del tiempo, sentir ansiedad al no conectarse o encender el ordenador a altas
horas de la noche.
El mal uso también puede manifestarse con síntomas físicos como cansancio, fatiga
ocular, problemas musculares, inestabilidad emocional, confusión y sedentarismo.
También pueden darse cambios en el comportamiento social, como disminución del
grupo de amigos, conflictos familiares, escolares o laborales.
ADICCIÓN AL CUERPO
Hablaremos ahora de múltiples adicciones que adquieren
diferentes matices y síntomas pero que poseen en común al cuerpo y su
explotación o cuidado como eje de la enfermedad.
·
Vigorexia
o adicción al deporte: normalmente los pacientes son hombres y podría ser el
antagonismo de la anorexia. Mientras la mujer anoréxica se cree gorda, el
hombre vigoréxico se siente enclenque y débil. La adicción resulta entonces en
el deporte y ejercicio obsesivo con el objetivo de aumentar su masa muscular
hasta límites poco saludables. La imagen corporal como en el caso de la
anorexia es lo más importante, por lo que además añaden el consumo de sustancia
que potencien los resultados de sus ejercicios.
·
Ortorexia
o adiccón a la comida sana: a menudo el caso anterior se solapa con la
necesidad obsesiva de comer alimentos naturales. En este tipo de adicciones la
alimentación posee un papel clave, las personas se convierten en esclavas de la
comida, y su vida se ve seriamente afectada.
·
Tanorexia
u obsesión por la piel bronceada: aunque esta adicción no está estrechamente
relacionada con el deporte, sí con el cuerpo, la obsesión por estar bronceado lleva a las personas a permanecer durante horas
bajo el sol. Normalmente esta obsesión se presenta entre gente de entre 20 y 40
años con los consecuentes efectos negativos para la piel y la salud.
Marta Rubio
Sociologa
Dpto Sociologia.- Grupo Inzamac
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